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Cosas de bambu

Las pruebas con las que intentarán convencerte de que el agua del grifo y de botella son malas para la salud

Índice

Esta entrada trata sobre las pruebas que el comercial de turno hará en tu casa para estafarte con el alcalinizador de agua de 2.000€ con la excusa de que has ganado un sorteo de un análisis de la calidad del agua. Te explico todo el proceso en esta otra entrada, para que te hagas una idea de qué es lo que pueden hacer y sepas de antemano cómo actuar. A continuación te explico las pruebas, quédate porque no tienen desperdicio…

1. La prueba de la medida de residuo seco del agua (la «calidad» del agua): «mi agua es la mejor»

Claro, partiendo de la idea que nos inculcó de que el residuo seco es malo (si no sabes de lo que hablo lee esta otra entrada donde lo explico desde el principio) y que la calidad del agua depende de cuánto residuo seco tenemos en el agua, nos pidió tres vasos más o menos iguales y los llenó de agua en la misma medida, de tres tipos de agua:

  • Agua del grifo, que, en nuestro caso tenía un simple nebulizador o atomizador de agua parecido a éste. Me extrañó que, siendo una persona experta en aguas, no supiera lo que era.
  • Agua de una botella, la que usamos habitualmente para beber y cocinar, la típica barata de marca blanca, vaya.
  • Agua de su tetrabrick supuestamente proveniente de sus aparatos alcalinizadores.

Y empezamos con la prueba, que consistía en meter el aparatito medidor TDS en cada uno de los vasos para comprobar el residuo seco que contenía cada vaso. Cada valor se correspondía con una escala de colores en unas franjas. Y estas franjas se correspondían con el trabajo que nuestros órganos tenían que realizar para trabajar ese agua en nuestro organismo. Cuanto más residuo, más trabaja nuestro cuerpo para desecharlo y más probabilidades tendremos de enfermar.

Conclusión: Como te podrás imaginar, el agua del grifo era la que mas residuo seco tenía (es decir, menos calidad de agua), seguida del agua de nuestra botella y, ¿cómo no? la mejor agua era la suya porque tenía menos residuo seco. Vamos a la segunda prueba que, como podrás observar, es la más escandalosa de todas…

2. La prueba del electrolizador del agua: «el agua que bebes del grifo y de botella tiene metales pesados»

Ahora, tocaba colocar el electrolizador de la manera en que quisiéramos. Nos dio esa libertad, como cuando, en un truco de magia, el mago te hace creer que tienes el poder en tus manos. Y así lo hicimos. Pero fíjate en una cosa: el aparato tiene dos barritas blancas y dos barritas más oscuras, intercaladas. Sólo es un detalle, luego te lo sigo explicando.

He tapado los platos sucios porque no pensaba que mi cocina iba a tomar tanto protagonismo pero vaya, ¡que esto no es instagram oiga! (hay poco glamour, lo sé).

El caso es que, pasados unos minutos, las copas adquirieron un color amarillento, progresivamente, y se veían algunas partículas flotando en la superficie, en el interior de la copa y en el fondo. Lo que hay en el fondo, según el técnico, son los metales pesados (tiene lógica, porque pesan, tienen más densidad). Y ese amarillo, curiosamente era el óxido de las tuberías de la muestra que nos había traído. Así, asimilas que las porquerías del agua son similares a este óxido.

Y claro, como era de imaginar, su agua era la que menos partículas de óxido tenía. Pero esto tiene truco y explicación científica.

3. La prueba del reactivo al cloro: «tu boca se ha quedado el residuo»

La tercera prueba que realizarán requiere de tu confianza porque es un pelín asquerosa. Pero, bueno, nosotros estábamos en ese punto de curiosidad de a ver qué nos quiere enseñar y le seguimos el juego. La prueba consistía en transportar, con la boca, el agua del grifo de un vaso a otro. De manera que, al final, tienes dos vasos: en el vaso 1 queda el agua del grifo sin más y en el vaso 2 el agua del grifo que has transportado desde el vaso 1.

A continuación, te preguntarán «¿cuál es el vaso que piensas que está más sucio?» Y claro, tú dirás que el que está más sucio es el segundo vaso porque es el que contiene la porquería de tu boca… ¿no?

El paso siguiente consiste en aplicar el reactivo. Le preguntamos qué reactivo estaba echando y nos contestó que era un reactivo al cloro. En fin, que arrojan la misma cantidad a cada vaso y cuentan cada gota delante de ti, para hacerte ver que no hacen trucos, que es la realidad, que es lo que ven tus ojos, sin trampa ni cartón. En nuestro caso fueron 10 gotas.

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Entonces, voilà: El vaso 1 (agua del grifo) se vuelve amarillo-verdoso pero el color del agua que has traspasado con la boca al vaso 2, se queda intacto. Entonces, ¿qué te hace pensar esto? Básicamente, que, al pasar el agua de un vaso al otro, en tu boca se ha quedado la porquería del agua que contiene el agua del grifo. ¡Oh dios santo! me he quedado con el residuo de las cañerías dentro de mi cuerpo. ¿Estos son los famosos metales pesados? ¿Y ahora qué?

Explicación de la prueba del reactivo al cloro

He de decir que me está costando encontrarle la explicación científica a esta prueba pero tengo una hipótesis relacionada con el pH. Por favor, si tienes una explicación mejor, no dudes en compartirla en los comentarios, yo y muchos lectores te lo agradeceremos. Te cuento lo que yo creo.

Hipótesis 1

A ver, para empezar, la analítica de cloro mediante esta sustancia conocida como «reactivo al cloro» es una prueba para detectar la cantidad de cloro en el agua. Se utiliza, habitualmente, para medir el pH de las piscinas y equilibrar el nivel de cloro que necesitan sin afectar a nuestra seguridad. Entonces lo que hace el comercial es agregar unas gotas de un botecito a los dos vasos por igual. Entonces, al igual que detectan el cloro, en realidad, están midiendo el pH del agua. Y claro, el agua del vaso 1 contiene agua del grifo con el pH original pero, al pasar ese agua al vaso 2, ese agua con un pH determinado entra en contacto con el pH de tu boca que tiene otro pH, alterando el resultado. Por eso, uno de los vasos se pone verde pero el otro, mantiene su color, al equilibrar el pH del agua con el pH de tu saliva.

Hipótesis 2

Por otro lado, está claro que, en caso de echarle el reactivo al agua que ellos te traen, el agua quedará clara y transparente porque no contiene cloro. Y es que el agua del grifo está tratada, potabilizada con químicos, y se supone que esto se hace por medio de componentes como el cloro. Sin embargo, el agua que ellos te traen viene pasada por un filtro declorador, es decir, que le quitan el cloro a su agua y luego la vierten en tu vaso para analizarla y compararla con las otras dos aguas (grifo y botella) que no han pasado este proceso para eliminar el cloro. Por lo tanto, básicamente, esta es la diferencia entre su agua maravillosa y las aguas que consumes.

4. La cebolla «absorbe-metales pesados» que tú te comes cada día

Vale, partamos del hecho de que uno de los vasos contiene agua verdosa y el otro, no.


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